Capítulo VII - El accionar de las fuerzas propias
El accionar de los Comandantes en Jefe
Comandante en Jefe del Ejército (CJE)
605. Al iniciar las hostilidades enfrentando una hipótesis de guerra inédita, el
Ejército Argentino no se hallaba debidamente adiestrado ni capacitado para
sostener Un conflicto bélico de la magnitud y características del qué se llevó a
cabo y contra un enemigo con experiencia y un poder militar superior. La mayor
parte de la clase 1962 había sido dada de baja,, mientras la clase 1963 apenas
había completado su incorporación, pero no su instrucción básica. Ello fue
motivo de que numerosos soldados hayan sido enviados al Teatro de Operaciones
Malvinas sin haber completado la instrucción elemental de tiro y combate.
606. Asimismo, tampoco resultó acertada la selección de Unidades enviadas a las
Islas Malvinas, Con excepción de la Brigada de Infantería IX, ya que se trataba
de tropas preparadas ni equipadas para soportar el clima y las condiciones de
vida de este TO, desde donde debió hacer frente en condiciones, a un enemigo
altamente capacitado y equipado.
607. Al desplegar las unidades para las Islas Malvinas, el Comandante en Jefe
del Ejército no previó las necesidades de orden logístico indiscutible
responsabilidad ya que requeriría el apoyo de esas tropas, las que al
establecerse el bloqueo británico, quedarían seriamente aisladas en las
posiciones de combate, conforme con lo señalado, en su oportunidad, desde el
seno del COMIL. Efectivizado aquél, convalidó la decisión de no enviar barcos
para burlarlo, cuando lo lógico habría sido lo contrario, ya que era el titular
de la Fuerza Armada que resultaba más perjudicada por esta decisión, y de la
cual dependía, por otra parte, el logro del objetivo perseguido.
608. El día 22-ABR, el Comandante en Jefe del Ejército en, oportunidad de hacer
una visita a la Guarnición Militar Malvinas ordenó, sin consultar a las
autoridades involucradas (CTOAS, COMIL), y contrariando el requerimiento del
Comandante Militar Malvinas que sólo había solicitado el envío de un regimiento
más de infantería, el envío de una Brigada de Infantería adicional, ocasionado
con ello no sólo una invasión de jurisdicciones, sino un agravamiento de la
situación logística imperante en las Islas.
Para tomar esta decisión, tampoco consultó a su Estado Mayor General. La Gran
Unidad de Combate enviada (Brigada de Infantería III) no contaba con equipo y
material adecuado y su personal era oriundo, en su mayoría, de provincias del
litoral, de características climatológicas diametralmente diferenciadas.
Por otra parte, el Comandante en Jefe del Ejército dispuso una inadecuada
distribución del poder combativo propio, al ordenarse el desplazamiento de dos
Regimientos (+) a la Isla Gran Malvinas, en condiciones críticas de movilidad y
apoyo logístico.
Esto fue causa de serios problemas de desnutrición de las misma las que no
pudieron intervenir en el combate y no cumplieron función operativo alguna.
609. En términos generales, la situación de las tropas que se enviar a combatir
contra los efectivos británicos, no fue satisfactoria salvo honrosas excepciones
por una serie de razones, tales como:
a. Falta de adiestramiento específico y conjunto.
b. Serios problemas de conducción de tipo específico, que se trasuntaron en un
desempeño defectuoso de alguno de sus comando
c. No obstante, la artillería de campaña y de defensa aérea, la compañías de
comandos, el escuadrón de exploración de caballería, los elementos de aviación
de ejército (helicópteros), algunos elementos de apoyo de combate y
especialmente elemento del Regimiento 25 de Infantería, demostraron un elevado
grado de adiestramiento y profesionalismo, así como una adecuada acción de
comando, lo que fue puesto de manifiesto especialmente en la defensa de Puerto
Argentino, donde tuvieron un desempeño destacado.
610. El Comandante en Jefe del Ejército impartió diversas órdenes "per se",
apartándose de la cadena de comando que como integrante del COMIL, había
aprobado al ratificar el contenido de los documentos estratégicos oportunamente
elaborados.
Comandante en Jefe de la Armada (CJA)
611. Al iniciarse el conflicto con el Reino Unido la Armada no se hallaba
operacionalmente lista para enfrentar esa hipótesis de guerra inédita, debido a
la reciente iniciación del adiestramiento del año naval, y a que la
incorporación del sistema de armas Super Etendard-Exocet no se hallaba
completada ni a punto.
Asimismo, resultó evidente que la Fuerza Submarina no se encontraba
convenientemente dimensionada, pese a ser un arma capital de las armadas
modernas.
Con respecto al adiestramiento conjunto éste era prácticamente inexistente. Por
lo tanto, y ya iniciado el conflicto, se debieron improvisar dos prácticas con
medios de la Fuerza aérea,
612. El adiestramiento específico de las tripulaciones de algunas unidades
navales se completó durante el lapso existente hasta los ataques del 01-MAY.
613. La falta de capacidad integral de la Flota, no se correlaciona con su
decisión de impulsar la idea de recuperar los archipiélagos australes, idea ésta
que se hizo ya presente en Diciembre de 1981, cuando reunió a sus Comandantes
Operacionales para imponer les sobre este propósito. (Anexo III/2).
614. El Comandante en Jefe de la Armada convalidó la decisión de retirar los
medios navales de superficie a aguas poco profundas debido a la amenaza de los
submarinos nucleares enemigos.
Si bien esta decisión se justificaba, dado el análisis del poder relativo y la
posibilidad de enfrentamiento masivo con la flota británica, ella no era válida,
sin embargo, en cuanto al empleo de unidades en forma aislada o limitada.
Esta última proposición debió ser alentada por él desde el se del COMIL al
CTOAS, como medio de preservar la elevada responsabilidad de su Fuerza para con
la Nación. La comprobación de q sus medios de superficie no eran empleados ni
siquiera en for restringidas para combatir al enemigo, aceptando los riesgos
inherentes del combate, afectó la moral propia.
615. Con referencia a sus medios aeronavales de ataque, si bien estos no
pudieron operar según su que hacer específico en forma embarcada, al ser
sustraído el portaaviones ARA "25 de Mayo" a su apostadero normal, los aviones
A4Q operaron con base en el continente y, junto con los recientemente
incorporados Super Etendard infligieron daños fuera de toda proporción con
respecto a los análisis previos de poder relativo (medios propios, medios en
oposición e influencia en el ámbito operacional). Estos medios no ron utilizados
en forma conjunta, lo cual hubiera permitido lograr una mayor operatividad
disminuyó las pérdidas propias en combate.
616. El BIM5 (+), en cambio demostró vocación conjunta, un elevado grado de
alistamiento, profesionalismo y equipamiento adecuado, lo que se puso de
manifiesto el combate terrestre, durante la defensa de Puerto Argentino acción
donde tuvo un desempeño destacado.
Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea (COFA).
617. Al iniciarse el conflicto con el Reino Unido, la Fuerza Aérea se hallaba
operacionalmente lista para enfrentar esa hipótesis de guerra inédita.
618. En los aspectos conjuntos, existían falencias generalizadas (falta de
aplicación de la doctrina y adiestramiento conjunto). D este modo, después del
02 de abril, se debieron improvisar do prácticas con medios navales.
619. No obstante lo expresado en los párrafos anteriores, el Comandante en Jefe
de la Fuerza Aérea asumió la responsabilidad de ha intervenir a la Fuerza en la
guerra, infligiendo así, al enemigo pérdidas significativas. Estos medios no
fueron utilizados en forma conjunta, lo cual hubiera permitido lograr una mayor
opera dad y disminuir las pérdidas propias en combate.
620. La formación de su personal combatiente respondió cabalmente exigencias de
la guerra. Sus pilotos debieron experimentar y llevar a la práctica sistemas
inéditos de ataques a buques de superficie. Pero la falta de adiestramiento
específico para este tipo de lucha, sumada a la gran capacidad tecnológica y
dimensión la fuerza enemiga, provocó numerosas pérdidas de vidas y material
aéreo.
621. La eficacia de esos ataques también estuvo considerablemente disminuida por
la cantidad de bombas que hicieron impacto y no explotaron. Esto sucedió, según
informaciones provenientes del enemigo y Corroboradas por fuentes propias, con
el 60% de las bombas que hicieron blanco en los buques británicos. Ello se debió
a que las bombas disponibles no tenían su tren de fuego preparado para blancos
navales, ni para la forma de ataque empleada, única posibilidad que permitía
lanzar las armas propias con alguna pro habilidad de supervivencia ante las
modernas armas antiaéreas enemigas. (Anexo IX/6).
622. La Fuerza a su cargo no contaba con los medios adecuados ni sus
tripulaciones estaban adiestradas para sostener adecuadamente un conflicto
bélico de naturaleza aeronaval. Sin embargo, una vez desencadenadas las
hostilidades en ese ámbito, el Comandante decidió no sustraer a sus medios de la
batalla y aceptó las desventajas y los riesgos inherentes a la guerra. Las
deficiencias anotadas obedecieron a la doctrina operacional vigente hasta ese
momento, la cual limitaba la jurisdicción de la Fuerza Aérea para realizar
ciertas operaciones sobre el mar.
623. Respecto del alargamiento de la pista de Puerto Argentino ya que se había
adoptado la previsión Mayor, cual era la de adecuar el aeródromo a las
necesidades que la aviación de ataque propia, si bien se dispuso el traslado del
material para realizar la obra, al establecerse el bloqueo aparte del mismo no
fue cruzado (caso barco ELMA "Córdoba") si bien no fue desembarcado a tiempo en
Puerto Argentino. Si embargo, debió insistir, en el seno del COMIL, acerca de la
importancia de este aspecto de la guerra aérea, el cual era de su exclusiva
responsabilidad.